Es una palabra japonesa que representa a la Energía o Fuerza Vital. Cuando Reiki se aplica con fines curativos, afecta al cuerpo, la mente y el espíritu. Reiki acelera la autosanación, abre la mente y el espíritu a las causas de la enfermedad y del dolor; nos responsabiliza ante nuestra propia vida, así como del equilibrio y el bien estar.